11 enero 2011

Los Reyes de oros

En la víspera de Reyes tuvimos amigos a comer. Como en la mesa anterior que monté para el día de Navidad había sido tan comedida en brillos, me apetecía que en esta luciera más el oropel digno de esta fecha majestuosa.
Por eso, empecé por elegir una vela dorada dentro de una estrella con bordes con chispitas de purpurina para montar el centro. A los lados coloqué ramas de pino (artificial, no os penséis, recicladas de las que uso para los adornos) y las decoré con bolitas y estrellas doradas. En la mesa mandaba el verde y el dorado, ya todo lo demás iría a juego:





-Puse el mantel de color champán y las servilletas verdes (de otra mantelería) para entonar.

-Escogí una vajilla en tonos dorados y verdes (heredada de mi madre), así como la cristalería verde, que también era de mi madre.

-Coloqué bajoplatos y paneras dorados para rematar y realzar el brillo a la mesa.




Brillan más que el Sol
¡Y es verdad! Dos cuenquitos de cristal sobre dos platitos dorados, mira cómo resplandecen. Servir aquí los aperitivos de queso roquefort y mantequilla aprovechando las paneras doradas lucen mucho más.

1 comentario:

  1. Helen!! Me encanta cómo adornas las mesas. En unos días celebro mi cumple. ¿Alguna idea?
    Sigue así!!
    C.

    ResponderEliminar