–Como en el ramo predomina el dúo verde-amarillo, opté por jugar con ambos colores en la mesa. Elegí un mantel liso verde de base y me acordé que tenía unos bajoplatos amarillos que compré para el verano pasado en Los Peñotes (www.lospenotes.com), que también coloqué como base del florero para resaltarlo.
–La vajilla heredada de mi madre, que tiene adornos verdes, era la que mejor iba, así como la cristalería verde, también herencia de ella. Para esta ocasión, rescaté unos cuencos amarillos huérfanos que tengo comprados en Ikea (www.ikea.com/es/) hace tiempo.
–También de Ikea son las dos velas de adorno colocadas sobre platitos de café amarillos y que llevan además como ornamento primaveral unos toques de ramitas al igual que el bajoplato del florero.
Las paneras son platos
de café heredados de mi
madre, de Duralex, muy
años 60. Los tenía en
varios colores.
de café heredados de mi
madre, de Duralex, muy
años 60. Los tenía en
varios colores.
Aperitivo campestre
En una bandeja amarilla, unas zanahorias limpias y preparadas para tomar con su dip de queso batido quedan aquí en perfecta armonía con el entorno silvestre si las dejas su pequeño rabito para cogerlas.
En una bandeja amarilla, unas zanahorias limpias y preparadas para tomar con su dip de queso batido quedan aquí en perfecta armonía con el entorno silvestre si las dejas su pequeño rabito para cogerlas.
Postre de lujo
Que ni pintado le va a esta mesa, ¿verdad? Sólo he tenido que cortar la piña en rodajas y luego reservar la corona de hojas verdes para adornar con ella el centro de la bandeja.
Que ni pintado le va a esta mesa, ¿verdad? Sólo he tenido que cortar la piña en rodajas y luego reservar la corona de hojas verdes para adornar con ella el centro de la bandeja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario