24 noviembre 2011

Velar las pinceladas


¡Feliz Thanksgiving a todos los americanos!
Hoy he estado en clase de pintura. Hacía tiempo que no pintaba, los últimos meses he estado muy perezosa. Y es que cuando guardas los pinceles es como colgar las zapatillas de deportes, que luego cuesta volver a calzárselas. Pero una vez que te pones, aunque estés un poco oxidada, que lo estás para qué nos vamos a engañar, empiezan de nuevo las ganas. Tanto de coger el lienzo y dar pinceladas como de mirar cuadros para aprender por dónde las dan los distintos autores. Rastreando me he topado con esta preciosidad de comedor, obra de Carmen Laffon.
Esta académica de Bellas Artes de San Fernando de Madrid es una sevillana, nacida en 1934, que vive entre esta ciudad y Sanlúcar de Barrameda donde tiene una casa para poder pintar las magníficas puestas de sol del Coto de Doñana. Pintora de paisajes pero también intimista porque plasma objetos cotidianos, Laffon siempre ha practicado un estilo figurativo en una época en que ella era tan “rara avis” como su compañero el pintor manchego Antonio López.
Sus cuadros poseen una atmósfera muy especial, reflejan una especie de bruma que lo envuelve todo y les confiere unas sutiles veladuras que a su vez transforma su cromatismo.
Otro bodegón de Carmen Laffon

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