14 septiembre 2011

Mirando al mar

El faro se lo pedí a mi marido que lo tiene en su despacho
Este año me he quedado sin playa, sólo he estado en una y tuve que taparme hasta las cejas. Era la playa de Carmel, en California. Preciosísima, eso sí, pero en la que hacía un frío que se congelaban hasta las focas. Allí la gente sólo hacían fogatas para calentarse de la rasca…y no vi ni una sola tumbona, tampoco ni un rayo de sol… únicamente a algunas avezadas surferas (¡porque eran chicas!) calentitas enfundadas en su neopreno esperando a las olas. Así que este verano nadie de mi familia recogió conchitas, ninguno guardó arena de playa de recuerdo. Quizá por eso, justo al volver de nuestro viaje americano y tras no haber pisado una costa veraniega en condiciones, como sentía algo de mono a litoral, una de las primeras mesas que monté quise que tuviera espíritu playero.

Elegí emplazar mi marina en el jardín, al aire libre, naturalmente. Justo debajo de una gran encina que tengo la luz de la semisombra que la iluminase sería más correcta y adecuada aunque no viva cerca de la costa. 
– También escogí un color básico: el azul, claro. Busqué todo lo que tenía por ahí de este color aunque fuera en distintas tonalidades. Y lo combiné con blanco.
Prescindí del mantel, pero en cambio usé individuales azul claro con bajoplatos azul oscuro.
En diagonal coloqué un camino azul cielo para reforzar el ambiente marino y que sirviera de centro donde aglutinar adornos.
 
Para adornar, ademas de dos jarroncitos blancos con frutos azules de mahonias de Zara Home (www.zarahome.com), coloqué una vela perlada, como no podía ser de otra manera.


–En este menaje combiné platos normales blancos con unos de postre azul marino y nos cuencos que tengo antiguos de postre con filo azul y que para esta comida me sirvieron para servir el gazpacho. Todas las piezas eran de distintas vajillas.

 –A su vez mezclé también la cristalería: usé una copa blanca y un vaso de color azul añil que acababa de adquirir en las rebajas.

                   

 Pan marinero
¡Qué mejor panera que mi gran concha del baño para servir los biscotes y las tostas en esta mesa con sabor a salitre del mar!
 




                                                  Un clásico del verano
Yo siempre había creído que las marinas eran un estilo en la pintura, pero desde que me he metido en esto de la decoración de mesas, me he dado cuenta de que no: ¡también son una moda estival en el arte del
tablesetting! Aquí tenéis sólo un ejemplo, pero buceando por la red he encontrado muchas más de lo más diverso ( yo no soy nada original).
Con platos en forma de concha y estrellas de mar, todas las
fotos son de dining-delight.blogspot.com
 

Velones con arena de playa y velas
Centro con concha y vela


 

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