09 febrero 2011

¡Feliz Año Nuevo chino!

Mi hija pequeña me regaló por Reyes dos sobrios caminos negros. Tenía ante mi la posibilidad de montar por primera vez una mesa zen. Negro..., rojo..., negro..., rojo..., pensaba. Empecé a rebuscar por casa... ¡Ya está, el plato lacado rojo del salón! Perfecto para el centro de una mesa Asian style y ésta que ni pintada ahora para hacerla coincidir con los festejos del Año Nuevo chino. Ya tenía lo principal, lo demás lo fui adaptando así en tres colores básicos: negro, rojo y marfil.



-Sobre un mantel marfil coloqué los dos caminos negros (ambos de Zara Home), e
legí la vajilla blanca mía (que ya conoces) y la cristalería rubí para entonar (que también es vieja conocida y heredada de mi madre).




-Esta vez puse servilletas de papel de color rojo, a juego, y usé un divertido recurso óptico: como no dispongo de tanto menaje de colores, utilicé unos platos negros de plástico que sobraron de una fiesta (de Makro).


Toques de Oriente

Los colores y el aspecto general estaban dados, pero para mi gusto aún faltaban pequeños detalles para el toque Asian total. Vuelta a rebuscar... Encontré estas velas de madera tan apropiadas Mi hija mayor me prestó su cajita lacada para usarla en la mesa como cuenco para los picos y puse unas ramitas de canela como adorno. Las paneras esta vez fueron unos posavasos de paja.












Bocados a juego

No sólo el menaje, las velas o las flores constituyen la decoración de una mesa. Muchas veces la misma comida en sí, ya es una fuente de arte en sí misma que la ornamenta. Algunas bandejas de canapés, el colorido de las ensaladas, la disposición de unas lonchas de carne asada... Pero, incluso más modestamente, si pones unos aperitivos que combinen el color con la mesa, te sirve de adorno añadido.

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