Ayer en casa, como en millones de otros hogares españoles,
nos juntamos la familia a comer ansiosos, ilusionados y expectantes ante el
magno espectáculo futbolístico que nos esperaba al caer la tarde: la final de
la Eurocopa. Algunos comensales vestían la camiseta de la Selección, otros
llevaban algún distintivo rojo o amarillo para recordar los colores de nuestro
equipo o incluso ondeaban la bandera de vez en cuando… Yo puse mi granito de
arena patrio en la decoración de la mesa. ¡¡Pues no faltaba más!! Rojo y gualda
en los bajoplatos y mantel amarillo Fácil.
Recordadlo para los próximos Mundiales de fútbol. Traerá suerte, como
en esta edición.
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